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El Centro Dramático Nacional estrena «Dramawalker Cañada Real»

A partir de hoy se podrá escuchar, in situ y también desde casa, este recorrido por la intrahistoria del barrio a través de cinco relatos firmados por Jorge Aznar Canet, Alberto Conejero, Roberto Martín Maiztegui, Cristina Rojas y María Velasco

«Creíamos necesario narrar esos trocitos de vida de los habitantes del barrio, generar un relato de historias emotivas, que el propio vecindario se vincule emocionalmente con esas historias y que el público al escucharlas se vincule con el barrio a través de esas voces». Fernando Sánchez-Cabezudo, asesor y coordinador artístico del #Dramático, responsable de la idea original, define así «el alma del proyecto Dramawalker».

Al igual que sus pares en los barrios compostelano y barcelonés, Dramawalker Cañada Real es un proyecto de largo recorrido que arranca con un trabajo inicial de toma de contacto con asociaciones que trabajan en la zona y entidades de la propia Cañada Real -asociaciones de vecinos, de mujeres, de jóvenes…- y que involucra en todo el proceso a las autoras y los autores, propiciando encuentros y entrevistas con todo ese tejido comunitario. Este trabajo de mediación es el magma del que luego salen las historias ficcionadas, que posteriormente grabarán las actrices y los actores. El resultado: una serie de ficciones sonoras geolocalizadas que el oyente puede escuchar haciendo el recorrido físicamente en la propia Cañada Real, parando en los lugares donde se ubican las ficciones, o bien desde cualquier punto a través del mapa virtual.

«Se trata fundamentalmente de escuchar», según Raquel Alarcón, directora artística de Dramawalker Cañada Real. «Escuchar lo que los propios vecinos quieren contar, escuchar lo que las asociaciones quieren resaltar, y escuchar lo que los y las autoras (testigos partícipes de todo el proceso) quieren proponer desde la creación y la dramaturgia”. “Este proyecto trata de dar voz a las partes más sensibles que componen la historia de un lugar”, añade Alarcón, “y precisamente por la situación que atraviesa ahora Cañada Real consideramos que tenía mucho sentido escuchar la voz de las vecinas y vecinos que viven aquí, que es lo que normalmente no sale en prensa”.

Por su parte, Sandra Vicente, diseñadora de sonido, explica que su labor ha tenido tres etapas: la documentación sonora recogiendo entrevistas y ambientes, el trabajo con los textos seleccionando los planos sonoros más adecuados y por último la labor de postproducción. Para ella, «la diferencia que hay con el teatro o las ficciones grabadas en estudio es que aquí el espectador está dentro. Con esta técnica ambisónica e inmersiva podemos tener a la persona oyente dentro de la propia acción”.

 

Cinco historias de muy diversa índole

Jorge Aznar Canet, Alberto Conejero, Roberto Martín Maiztegui, Cristina Rojas y María Velasco son los y las autoras convocadas a ficcionar esa intrahistoria que habita en Cañada Real. Cada cual ha escrito un relato a partir de su acercamiento al barrio y su vivencia personal. Raquel Alarcón los describe como “un abanico de relatos muy diverso -algunos tienen una gran parte documental, otros parten de un relato de vida concreto, otros recogen experiencias de encuentro con grupos de vecinas y vecinos…-, pero precisamente esta diversidad es interesante porque de alguna manera refleja la naturaleza de Cañada”.

Así, Germán, la historia de Alberto Conejero, recoge el testimonio real y directo de Germán, uno de los primeros pobladores del lugar. “En esta ocasión, he sentido que mi contribución más pertinente era la de presentar (esto es: dar presencia y presente) y no representar, dotar de una forma -y ahí ya hay una decisión poética y teatral- a la experiencia vivida en La Cañada”, manifiesta el autor.

Yo soy gitana, de Cristina Rojas, plasma un momento de encuentro que hubo en el centro sociocomunitario de la Cañada el 8 de marzo por la celebración del Día de la Mujer, pretexto que utiliza la autora para “profundizar en los prejuicios y estereotipos que las blancas y blancos, payas y payos, tenemos hacia la Cañada Real, a la que sólo conocemos por la televisión más manipuladora, e indagar en el antigitanismo, racismo y machismo”.

María Velasco ha optado por contar su propia inmersión en la Cañada, “como alguien que se acerca virgen a una realidad que sólo conoce (mal) por los medios. Y todo lo que supone abandonar las rutas preestablecidas dentro de la ciudad que acaban, ineludiblemente, en procesos de gentrificación”.

Jorge Aznar Canet ha escrito una ficción a partir de varias entrevistas con Miguel, un vecino de la Cañada que ha hecho del jardín de su casa un museo repleto de obras de arte. Además de la historia de una pasión artística, “la de Miguel es también una historia de dignidad y resistencia, la de un hombre implicado en la lucha vecinal para conseguir la regularización de las viviendas y tratar de evitar los derribos de sus vecinas y vecinos”.

Roberto Martín Maiztegui nos propone en Las Liebres un acercamiento a la gente joven de la Cañada a través de “un relato lleno de ficción, tergiversado. Tanto por las necesidades propias de la obra, como por el deseo de sus personajes” que coloca al propio autor como personaje de la obra. “Y es que una de las cosas que más me llamó la atención al conocer a estos chicos –más allá de la ruptura total de los prejuicios que uno trae consigo–“, según el autor, “fue su preocupación por que no aparecieran sus nombres, porque no salieran en ningún lado las grabaciones de nuestra conversación, porque nadie pudiera reconocerlos fuera de su círculo de amigos. Contar una historia sobre los chicos de la Cañada suponía, por tanto, contar una historia de fantasmas”.

Pone voz a estas piezas un reparto integrado por: Malena Alterio, Hajar Brown, Mamen Camacho, Francesco Carril, Alberto Conejero, Elena González, Abdelatif Hwidar, Cristina Rojas, Saida Santana, Somaya Taoufiki, Camila Viyuela, Pepe Viyuela y Carolina Yuste. Y la participación de las y los vecinos de Cañada Real: Germán Cuesta Hernández, Rahma Hitach El Kanar y Miguel Martín Nombela.

Las historias de Dramawalker Cañada Real se pueden escuchar accediendo a través de la web del CDN en este enlace.

 

Equipo

Idea original 
Fernando Sánchez-Cabezudo

Dirección artística 
Raquel Alarcón

Dramaturgia 
Jorge Aznar Canet, Alberto Conejero, Roberto Martín Maiztegui, Cristina Rojas y María Velasco

Reparto 
Malena Alterio, Hajar Brown, Mamen Camacho, Francesco Carril, Alberto Conejero, Elena González, Abdelatif Hwidar, Cristina Rojas, Saida Santana, Somaya Taoufiki, Camila Viyuela, Pepe Viyuela y Carolina Yuste. Y la participación de las y los vecinos de Cañada Real: Germán Cuesta Hernández, Rahma Hitach El Kanar y Miguel Martín Nombela

Diseño de sonido 
Sandra Vicente

Técnicos de sonido 
Enrique Mingo Rubio y José Plaza

Fotografía y vídeo 
Bárbara Sánchez Palomero

Producción 
Centro Dramático Nacional

 

Historias

– Esfuerzo farónico, de Jorge Aznar Canet 
Con Elena González, Abdelatif Hwidar, Camila Viyuela y Pepe Viyuela

– Germán, de Alberto Conejero 
Con Alberto Conejero y Germán Cuesta Hernández

– Las Liebres, de Roberto Martín Maiztegui 
Con Hajar Brown, Francesco Carril Somaya Taoufiki

– Yo soy gitana, de Cristina Rojas 
Con Mamen Camacho, Rahma Hitach, Cristina Rojas  Carolina Yuste

– Hoja de ruta, Escombro, Dispersos, Brilla para todos y Mi madre después de una revolución, de María Velasco 
Con Malena Alterio, Saida Santana Somaya Taoufiki

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