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Condeduque ofrece la performance «Vuelta-vacío» en tres vuelcos

Las tres propuestas de viaje que ofrece Vuelta-vacío, aunque son radicalmente diferentes en su formalización, parten de experiencias autobiográficas fuertes canalizadas a través del lenguaje, la voz, la música y el cuerpo

La primera de estas obras es una composición vocal de Enrico Dau Yang Wey. Construida sobre sistemas de afinación y notación fuera de la tradición occidental y nutrida por las raíces taiwanesas del artista, la canción ofrece un paisaje sonoro desde el que poder contemplar el espacio que habitamos y honrar su parte más inmaterial, aquella que contrasta con la fuerza impositiva de los monumentos. La segunda, de Laura Ramírez, pertenece a Silent Rave, zona de investigación alrededor no de la fiesta en sí misma, sino del hacer de la fiesta, sus afueras. Propone una sesión dj expandida en la que, sobre una base de música ascendente, su voz se va mezclando con textos ajenos, generando a la vez un diálogo y un espacio sonoro a través del cuerpo de la performer.

Completa la tarde Elvin Brandhi, una improvisadora lírica, productora y artista sonora de Gales. Su trabajo se construye a partir de grabaciones de campo, cintas, vinilos, instrumentos, y voz, utiliza estas herramientas como una lengua expansiva para transgredir la sistémica intrínseca y las etiquetas sintácticas heredadas en los directos. Desde 2018 se encuentra produciendo música mientras viaja, creando proyectos singulares que abordan una diversidad de temas. 

 

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