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Carmen Laforet y Elena Fortún: una relación por cartas, más allá de la escritura

Uno de los momentos de la obra

La dramaturgia está basada en el epistolario De corazón y alma, que recoge las cartas escritas durante años entre la autora de la novela Nada y la autora del personaje infantil y juvenil Celia
El espectáculo protagonizado por Paula Rodríguez y Elena Sanz devuelve la luz a dos escritoras fundamentales de la literatura española y nace como “un homenaje y como forma de saldar una deuda con su obra, su vida y su pensamiento”, en palabra de la propia Paz

¿Cuándo se dio la primera carta y por qué? ¿Qué hizo que una escribiera a la otra? ¿Qué unía a estas mujeres de distintas edades? ¿Qué interés se tenían, cuando una centraba su escritura en un personaje infantil y la otra buscaba nuevas formas narrativas que respondieran a su complejo mundo interior? La admiración. Estas dos escritoras se admiraban profundamente: “Desde que yo tenía siete años y empezó Celia a publicarse en blanco y negro (…) he tenido la costumbre de hablar contigo a solas y hacerte mis confidencias. Eres mi amiga de la infancia”. Al fin y al cabo, Laforet sí encontró un referente en otra mujer escritora, “la Fortún”. Comienza así una larga relación de amistad que va sin duda más allá de la escritura.

 

Saldar una deuda con nuestras escritoras

La motivación fundamental de este montaje es volver a sacarlas a la luz”, afirma Paula Paz. “No están en la posición que les corresponde, dentro del canon literario de nuestro país. Ni tienen el reconocimiento que merecen. Hay que darles voz y visibilizar tanto su obra, como su escritura y su vida. Es un homenaje y una forma de saldar una deuda que tenemos con ellas”, concluye.

El epistolario comienza con una Carmen Laforet en plena crisis creativa cuando está trabajando en su segunda novela, al tiempo que tiene que enfrentarse muy joven a la vida matrimonial y a la maternidad. En ese momento, Elena Fortún, desde el exilio al principio y luego desde España tras el suicidio de su marido, se convierte en su mentora y amiga. Pero, ¿cómo podríamos definir la relación que las unía? “Es difícil poder etiquetar la relación que mantenían ambas mujeres. El cariño y admiración que se profesaban es indudable y lo vemos claramente en sus cartas”, afirma Paula Paz.  Es cierto que Elena Fortún, en una novela autobiográfica que ella misma quiso destruir pero que ha sido recientemente publicada, Oculto Sendero, habla de identidad y género, pero también es conocida su alta espiritualidad y religiosidad. Quizás, esto hace aún más interesante la relación platónica epistolar que ambas mantenían, que va más allá de posibles etiquetas innecesarias.

Crear una obra de teatro con las cartas como único material dramático es el “reto mayor” de este montaje de Cartas Vivas que presenta un formato escénico singular y fascinante. “Quería que las palabras de Carmen y Elena cobraran vida. Que esas palabras se levantaran del papel y nos abrieran una ventana a sus habitaciones, a sus universos, que se acaban encontrando”, explica la directora española afincada en Londres, “lo complicado era poner en escena ese espacio en el que estas mujeres se encuentran, porque no se encuentran en un lugar físico, se encuentran en ese espacio abstracto que es el intercambio de las cartas y, por tanto, de sus ideas, sus vivencias y sus anhelos”.

 

Cartas Vivas: investigación, divulgación y creación

Cartas Vivas es una producción del Cervantes Theatre de Londres, primer y único teatro de la capital británica dedicado a la promoción de la cultura española, nace dentro del marco homónimo apoyado por la Fundación Banco Santander, comprometida con el rescate literario, y la Universidad de Exeter liderado por su catedrática Nuria Capdevilla. Cartasvivas.org recupera la voz de autoras y pensadoras del siglo XX, pioneras en su época, fundiendo cine, teatro, literatura y educación.

 

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