Masescena

La compañía belga Peeping Tom inaugura el 11 de noviembre con «Tríptico» el Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid

La muestra se extiende a 19 espacios escénicos, once en la capital y ocho en siete municipios de la región, con la presencia de nombres relevantes de la creación actual, como Angélica Liddell, Dimitris Papaioannou, Mal Pelo, Romeo Castellucci, Guy Cassiers o Pablo Messiez
El mismo día 11 la argentina Imprenteros se presenta en el Centro de Cultura Contemporánea Condeduque y ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? en el Teatro del Barrio

La creación híbrida, el teatro físico, el teatro de objetos y la danza se alternarán en una muestra con grupos de España, Bélgica, Grecia, Argentina, Italia, Líbano, Chile, Francia y Reino Unido que tienen al cuerpo como materia de una parte de los espectáculos de esta edición.

En Tríptico, que se representa del 11 al 14 de noviembre en la Sala Roja de Teatros del Canal, Peeping Tom reúne las piezas que crearon Gabriela Carrizo y Franck Chartier entre 2013 y 2017 para el Nederlands Dans Theatre, y las adapta para el espectáculo de apertura que presenta en el Festival de Otoño en colaboración con Teatros del Canal. The missing door, The lost room y The hidden floor reproducen tres platós cinematográficos, uno por cada parte del tríptico, en los que sus personajes viven entre la realidad y la imaginación.

No es el único espectáculo que el Festival de Otoño ofrece en su primer día. La actriz y directora argentina Lorena Vega presenta su obra Imprenteros en el Centro de Cultura Contemporánea Condeduque (del 11 al 13), una muestra de teatro documental que revisita una imprenta del extrarradio de Buenos Aires, donde tres hermanos se criaron y que les fue arrebatada. En el Teatro del Barrio, Andrea Jiménez, Olga Iglesias, Nerea Pérez de las Heras estrenan ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? (11, 12 y 14), una obra entre el monólogo, la autoficción, el humor absurdo, el cuento de hadas, el panfleto y el análisis social.

 

TRIPTYCH Peeping Tom 20

 

Las funciones del resto de esta primera semana del Festival de Otoño la completan Pinocchio, a cargo de los italianos Babilonia Teatri y Gli Amici di Luca (Teatro de La Abadía, del 12 al 14 de noviembre), que reúne a actores no profesionales bajo la guía del actor y dramaturgo Enrico Castellani en una versión libre de la obra de Collodi, en la que tres personas afectadas por un coma cuentan su vida. Procedente de Chile, Tú amarás, de Bonobo, (Sala Cuarta Pared 12 y 13) reúne a un grupo de médicos chilenos mientras preparan los últimos detalles de su intervención en una convención internacional sobre ayuda humanitaria a unos extraterrestres que se han asentado en la Tierra. Y en Los inescalables Alpes, buscando a Currito, (Teatro Pradillo, día 13) María del Mar Suárez La Chachi une  baile, cante y música digital para expresar desde el flamenco la búsqueda del amor en el siglo XXI, alejado de una consideración romántica.

Ma biche et mon lapin (Mi cierva y mi conejo) (Teatro del Barrio, 13 y 14) reúne para un público familiar un puñado de historias de amor contadas por la compañía francesa Aïe Aïe Aïe. Utilizando pequeños objetos cotidianos que representan a diferentes parejas de enamorados, como un servilletero y una servilleta, una botella y una jarra narran el proceso de amor, desamor y reconciliación de varias parejas.

Por último, # JUANA DOLORES # * Massa diva per a un moviment assembleari * (# Juana Dolores # * demasiado diva para un movimiento asambleario *) (Réplika Teatro 13 y 14) representa el debut teatral de la actriz y poeta catalana Juana Dolores Romero. En este monólogo reclama una individualidad que se expresa en el dolor frente a una comunidad que intenta ahormarla e imponerle su pensamiento gregario.

 

Espacios escénicos

Estos espectáculos y el resto de los que se representarán en el Festival de Otoño muestran la voluntad de la Comunidad de Madrid de ahondar en la descentralización del festival, que ha escogido 19 espacios para las funciones, once de ellos en la capital: Teatros del Canal, el Teatro de la Abadía, la Sala Cuarta Pared, el Teatro Pradillo, Réplika Teatro, la Sala Mirador, Teatro del Barrio, la Nave 73, el Centro de Cultura Contemporánea Condeduque, la Casa Encendida y el Centro Cultural Paco Rabal.

En el resto de la región, los espacios escénicos serán el Corral de Comedias de Alcalá de Henares, el Teatro Carlos III de Aranjuez, el Teatro Municipal de Coslada, el Centro Comarcal de Humanidades Sierra Norte de La Cabrera, el Teatro Mira de Pozuelo de Alarcón, el Teatro Jaime Salom de Parla y el Teatro Auditorio y el Real Coliseo Carlos III de San Lorenzo de El Escorial.

En su segundo año al frente del Festival de Otoño, Alberto Conejero pretende afirmar la presencia de espectáculos internacionales (especialmente latinoamericanos) y la atención a la última escena nacional con cuatro estrenos absolutos, siete estrenos en Madrid, un estreno en Europa y cuatro coproducciones del festival. Esta amplia muestra la presentan 29 compañías, 21 de ellas de España y 8 internacionales, de Bélgica, Grecia, Argentina, Italia, Líbano, Chile, Francia y Reino Unido.

Teniendo el cuerpo como signo central, una gran parte de los espectáculos exploran desde el teatro físico, la danza o la performance sus posibilidades poéticas, filosóficas y estéticas, como en Higlands de Mal Pelo(coproducción de Festival); Larsen C. de Christos Papadópulos; Cuerpo de baile de Pablo Messiez; After all spring ville de Miet Warlop en colaboración con La Casa Encendida;  El hermoso misterio que nos une (coproducción del Festival) de Jesús Rubio Gamo; o Criaturas del desorden de Elena Córdoba.

Otra de las cuestiones que se desprenden de esta programación es la de la «importancia de la herencia y del vínculo. Nos preguntamos qué es lo que debemos salvar a cada instante del incendio al que llamamos tiempo», afirma el director del Festival de Otoño. Así, del diálogo entre la contemporaneidad y la tradición se presentan obras como Transverse Orientation de Dimitris Papaioannou (coproducción del Festival), Terebrante de Angélica LiddellAntigone in Molenbeek y Tiresias de Guy Cassiers o  fedeli d´Amor de Teatro delle Albe.

El festival ahonda también en las amenazas y retos del mañana pospandémico —crisis climática, precariedad laboral, ascenso de los totalitarismos, etc.—, de lo que emerge una pregunta inevitable: ¿quiénes seremos allí donde nos dirigimos? De este interrogante nacen propuestas comoBros de Romeo CastellucciParaguay de Lucía Marciel y Paula GrinszpanFairfly de La Calórica, o y Jinete último reino de María Salgado y Fran Cabeza de Vaca.

De nuevo en esta edición ha habido un trabajo de diálogo permanente con otros Festivales e instituciones, de modo que se presenta en colaboración con el Teatro de la Abadía lo mejor de los diez años del Be Festival: creaciones de Claudia Catarzi, Hannah de Meyer y Bertrand Lesca y Nasi Voutsas; y en colaboración con el programa Ágora de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales llegan a Madrid algunos de los más sobresalientes ejemplos de la creación contemporánea andaluza: trabajos de Alberto Cortés y Laura Morales.

Esta edición cuenta además con dos espectáculos de teatro de objetos para todos los públicos y especialmente el público familiar: Geólogie d´une fable del Colectivo Kahraba (Líbano) —a partir de seis años—, que utiliza el material de arcilla para contar el origen de las fábulas, y la ya mencionada Ma biche et mon lapin de Aïe Aïe Aïe Collectif (Francia), -—a partir de los nueve años—, que narra historias de amor a ritmo de vodevil.

Y más allá de lo escénico, el Festival de Otoño, que está dedicado a la memoria de Ariel Goldenberg, su director durante quince años, recupera, en el apartado Otras experiencias, Pictura Fulgens, un encuentro de poesía, pintura y cuerpo en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, que reúne a los jóvenes poetas Berta García Faet, Raquel Vázquez, Juan Gallego Benot, Mario Obrero, Cristian Alcaraz y Carla Nyman.

 

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