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Canciones universales de compositores como Francis Lopez, José Padilla, Fernando Bonifay, Cole Porter, Manuel Villar, Rafael Calleja o Tomás Barrerairán reconstruyendo el espíritu, la capacidad vocal y actoral, la personalidad y la magia inapelable de Mariano en la voz difícil de emular del tenor jerezano y las manos virtuosas y libres del maestro de Barakaldo.
Una noche, pues, en la que artistas y público van a emprender juntos un viaje a través del tiempo y el espacio llevados por la brisa purificadora de aquel hombre nacido en Irún en 1914, que llegó a acaparar (y así sigue) la atención y los corazones de no pocas generaciones -en España, en Francia, al otro lado del Atlántico-, incluso después de su repentina muerte en París en 1970.
Hoy, por tanto, en el Teatro de la Zarzuela se homenajea a uno de nuestros más grandes hitos de la canción popular, que asimismo hizo una brillante carrera como tenor, fundamentalmente en la opereta francesa, y como actor-cantante en el cine. Un recital que será difícil de olvidar.
