José Luis Gómez vuelve a la dirección teatral en el Teatro de La Abadía, el espacio que fundó hace treinta años, para recuperar la figura de Francisco Ferrer. El pensador y pedagogo catalán, creador de la Escuela Moderna y sentenciado a muerte tras un injusto proceso judicial, que lo acusó de instigar los altercados de la Semana Trágica de Barcelona, es el centro de una propuesta que habla de la libertad, la educación y la capacidad transformadora de la escuela
El texto está firmado por el belga Jean-Claude Idée, con traduccción de Pollux Hernúñez
Cuenta con un reparto compuesto por Ernesto Arias, Lidia Otón, David Luque y Jesús Barranco, intérpretes formados en el Teatro de La Abadía
Ernesto Arias encarnará a Francisco Ferrer, una figura controvertida, asociada al anarquismo, fundador de la Escuela Moderna y acusado de instigar lo que se llamó después la Semana Trágica de Barcelona. Ferrer creía en la necesidad de que los hijos de la clase trabajadora pudieran ser formados en libertad, en las mismas aulas que los ricos, sin procedimientos coercitivos. Luchaba por una educación que acompañara a cada alumno en el desarrollo de su propia identidad, pues esta forma de educar no buscaba al mejor, sino que todas y todos fueran cada día mejores. Lidia Otón, David Luque y Jesús Barranco completan un elenco compacto y sólido. Los cuatro intérpretes han trabajado en numerosas ocasiones con José Luis Gómez y han sido formados en el Teatro de La Abadía. Reconocen cierto paralelismo entre la figura de Gómez y Ferrer. «José Luis (Gómez) ayudaba a que cada actor tuviera su propio sello, pero era prioritario el elenco, el trabajo en equipo, la compañía», recuerda la actriz Lidia Otón.
El descubrimiento de Ferrer
osé Luis Gómez recuerda que la primera vez que tiene constancia de la figura de Francisco Ferrer es en las puertas de la Universidad Libre de Bruselas. Allí se erige una estatua en su honor. Es a partir de entonces cuando se pregunta quién es esta figura reconocida fuera de España y de la que no tenía constancia. Le pide a su amigo Pollux Hernúñez, con quien colaboró anteriormente en su espectáculo sobre Unamuno, la traducción del texto del dramaturgo valón Jean-Claude Idée. Con esta función de Idée constata la existencia de una persona, Ferrer, «muy íntegra, que no cejó en su empeño y que empleó su vida, hasta las últimas consecuencias, en defender la Escuela Moderna«, explica Gómez. Pero sobre todo en una persona que sabía que en la educación estaba el secreto para que naciera una «nueva humanidad más afectuosa, alegre y justa, en la que los hombres y las mujeres, no solo consiguieran su libertad, sino que pudieran mantenerla», apunta el director de escena, multipremiado con importantes galardones como el Premio Nacional de Teatro (1998) o la Medalla al Mérito en las Bellas Artes (2005).

La propuesta escénica
Curt Allen y Leticia Gañán al frente del espacio escénico, Deborah Macías encargada del vestuario, Pedro Yagüe responsable de iluminación y Alberto Granados en el diseño del espacio sonoro y la composición musical, son el equipo de colaboradores artísticos que, bajo la mirada de José Luis Gómez, preparan una puesta en escena sin carga de artificios, con un cuidado compromiso con el hecho escénico, la palabra y poniendo al intérprete en el centro de la producción. «Algo que siempre ha estado en los montajes de José Luis (Gómez)», comenta Roberto Mori, ayudante de dirección. «Pero es cierto que, en esta ocasión, en esta etapa creativa de José Luis (Gómez), es reconocible con mayor acento una propuesta más depurada, casi minimalista, a la hora de atacar la puesta en escena», concluye.
El espectáculo podrá verse en la Sala Juan de la Cruz del Teatro de La Abadía del 13 de noviembre al 7 de diciembre, y el 27 de noviembre tendrá lugar un encuentro entre la compañía y el público tras la función.





