“Por favor, desconecta tu teléfono, será solo por un rato. Hazlo por la gente de tu alrededor y por ti. Basta de tantos inputs, de tanta información y de tanta prisa. Todo lo que estés viendo, por malo que sea, déjalo atrás e intenta que la emoción vaya por delante de la razón. Deja a tu adulto atrás. Vamos a parar y a vivir el momento. Bajemos el ritmo, aunque sea durante este rato que vamos a compartir. Que somos mucho más efímeros de lo que creemos. Que esto no sabemos cuánto dura, ni cuándo terminará. Aprovechemos que estamos vivos. Dejémonos de tonterías. Vamos a disfrutar. Compartamos momentos preciosos… y que empiece la CALMA!”...