Masescena - Fernando Rubio y Alfredo Ramos presentan "Mejor que saludarse con los codos" en el recién estrenado Espacio Cultural Jesús Arencibia de Las Palmas de Gran Canaria

AÑO VII  Número 345

29 MARZO 2024
"MEJOR QUE SALUDARSE CON LOS CODOS", UNA INSTALACIÓN PARTICIPATIVA SENSORIAL DONDE SE INVITA AL ESPECTADOR A EXPERIMENTAR CON EL TACTO

Fernando Rubio y Alfredo Ramos presentan "Mejor que saludarse con los codos" en el recién estrenado Espacio Cultural Jesús Arencibia de Las Palmas de Gran Canaria

El pasado viernes 26 de mayo de 2023, tuvieron lugar los dos primeros pases de Mejor que saludarse con los codos, una instalación performativa sensorial y participativa creada por Alfredo Ramos y Fernando Rubio. El sábado, 27 de mayo, tuvieron lugar otros dos pases en el Espacio Cultural Jesús Arencibia, uno a las 18:00 horas y otro a las 19:00 horas. Esta propuesta artística contó con el apoyo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y la Sociedad de Promoción de la ciudad.

Esta instalación performativa es un recorrido por 6 bañeras donde se invita al espectador-participante a experimentar con el tacto, a recordarlo, a tenerlo en cuenta. Los participantes se sumergen en este paisaje háptico por parejas de desconocidos, donde se van descubriendo a través del tacto con ellos mismos, con el otro y con diversos materiales expuestos en las bañeras, generando un espacio seguro donde poder conocerse y conectar con la otra persona. María Bernardo, performer de la pieza, va acompañando al público con su cuerpo y su voz, dando lugar a una experiencia sensorial completa. En ciertos momentos también se escucha la voz calmada y suave de Alfredo Ramos. Ambos, con sus voces, van guiando al participante e invitándole a tener presente el tacto en nuestro día a día, a reflexionar respecto a cómo conocemos el mundo y las personas a través del tacto, cómo nos relacionamos y generamos vínculos a través de este sentido, y todo lo que nos transmite y comunica.

Esta pieza fue estrenada en el marco del Festival IDEM de La Casa Encendida en Madrid en el mes de septiembre de 2022. Creada en la época que todavía se encontraba muy presente en nuestra cotidianidad la covid-19, donde nos teníamos que saludar con los codos. “Hemos atravesado una pandemia que ha hecho del tacto un peligro y que ha priorizado los espacios de relación visual a través de pantallas. Una pandemia que no ha hecho sino profundizar en nuestra condición de una sociedad donde la vista es nuestro medio fundamental de acceso al mundo, el sentido relevante, mientras que el tacto está cada vez más abajo en la jerarquía de los sentidos. Hasta que llega el momento en el que parece que lo perdemos”. Comentan los creadores de la pieza.

 

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