Cada átomo de mi cuerpo es un vibroscopio es una suerte de poema existencial creado a partir de la historia de dos grandes referentes: Helen Keller, escritora, oradora, activista y poeta sordociega, y su maestra y artífice Anne Sullivan. Juntas, gracias al tacto y a la imaginación, alcanzaron el paraíso y trascendieron la idea de límite.
Una obra dramática e inclusiva inspirada en la vida de la escritora sordociega Hellen Keller para profundizar en los límites humanos
Dirección de Rakel Camacho; Dramaturgia de Rakel Camacho y David Testal; y reparto Eva Rufo y Esther Ortega
La obra, dirigida por Rakel Camacho, creadora asociada a La Abadía, es la historia de Eva Rufo y Esther Ortega, las actrices, puesta en comunicación con el universo Keller-Sullivan, a través del cual se traza un camino de comprensión en el que la percepción, el lenguaje, el pensamiento y la mística, construyen un mundo propio transformando las tinieblas en luz. Eva y Esther nacerán para encontrarse y co-crearse la una a la otra, tomarán consciencia de esos límites visibles e invisibles que todos poseemos y que, una vez los hacemos conscientes, podremos crear oportunidades con ellos, sublimando nuestra experiencia vital.