Masescena - Opinión

AÑO VII  Número 318

22 SEPTIEMBRE 2023

Nadie muere definitivamente mientras su recuerdo permanezca en la memoria de alguien. Esta es la mejor y más sanadora postura que podemos tener ante una realidad irrefutable. La memoria puede ser complementada con documentos gráficos y para un artista plástico no hay mejor legado que su obra; por tanto, cuando admiramos el trabajo de un pintor, podemos decir que ese pintor sigue vivo. Este silogismo expuesto es la bella expresión de Vincent Van Gogh, obra teatral que lleva su nombre y ahora expuesta en el Teatro Marquina.

En la basta cartelera teatral encontramos propuestas para prácticamente todos los gustos. En esta temporada, en concreto, los musicales son el género más destacado por su grandiosidad y relevancia. Estos espectáculos cuentan con escenografías apabullantes y repartos numerosos. Pues bien, esta propuesta ubicada en el Teatro Fígaro es un musical, porque hay canciones, pero sin tanta parafernalia y con la ventaja de no tener que elegir con qué título quedarte ¡porque están todos! Un show divertido con una atmósfera propicia para reír a carcajadas en un divertido y alocado viaje a nuestra infancia.

Las canciones icónicas tienen un poder único para transportarnos a diferentes momentos de nuestras vidas. Son como una máquina del tiempo capaz de hacernos evocar recuerdos especiales. A su vez, sirven para poner un hilo musical a instantes del pasado, que hace que cada vez que escuchemos la sintonía conectemos con ese recuerdo; por no hablar de su poder pegadizo. Si desean viajar a un paraíso remoto mientras reviven los mayores éxitos de uno de los grupos musicales más importantes de la historia deben acudir al Teatro Rialto.

Alberto Velasco es un creador fructífero. Actor/actriz premiado y aclamado cuyo nombre luce en carteleras unido a los de Pablo Messiez o Carlota Ferrer, por citar un par de nombres. Con su trabajo Danzad malditos, se convierte en una de las referencias, con premio Max incluido. Series y películas, como Señoras del (H)ampa o Vis a vis, lo convierten en un rostro popular, símbolo y bandera. 

A veces es mejor estar callado. Si no que se le lo digan a esta compañía que, tras más de treinta años de trayectoria, ocupa un lugar privilegiado en el olimpo del humor y todo sin pronunciar palabra alguna. Si eres fan de esta compañía, pero eres indeciso o un poco vago, o si por el contrario, quieres iniciarte en el mundo del humor gestual, debes acudir antes del 30 de julio al Teatro Amaya o seguir muy de cerca su gira por España. Ahora o nunca.

Piadosas, mentirijillas, medias verdades; eufemismos, al fin y al cabo, para ocultar lo que no queremos que otros conozcan. Seamos sinceros, decir la verdad no siempre es fácil. Algunos la encubren sin dificultad y a otros se les ve a la legua. A quien resulta muy complicado de engañar es a una madre, su sexto sentido es un radar para las mentiras. Si quieren ver un ejemplo práctico, les emplazo a visitar el Teatro Maravillas. Esto, créanme, va en serio.

En una época pasada marcada por la dictadura y represión, también había historias de amor entre personas del mismo sexo. Mujeres, en este caso, que lucharon en el oscurantismo contra quienes pensaban que amarse era delito. Mujeres que no eran libres y querían serlo también para amar. Si desean poner cara y voz a una historia real les recomiendo que visiten el Teatro Infanta Isabel.

Cuenta la leyenda que Roma fue fundada por Rómulo y Remo, dos hermanos gemelos criados por una loba. El poder del Imperio fue infinito como lo fue también el de sus emperadores. Todos hemos estudiado, o visto en una película, la forma de vida en la Roma antigua, pero estoy convencido de que sabemos muy poco de lo que acontecía en sus calles y palacios. Como ninguno de los aquí presentes estábamos allí, nos fiaremos del contenido de esta comedia musical instalada en el Teatro Reina Victoria con aroma de Roma.

Con temperaturas rozando los cuarenta grados, el Teatro EDP Gran Vía se transforma en un frío oasis y nos invita a formar parte de uno de los clásicos de la danza en la Rusia zarista. Si desean escuchar una de las melodías más célebres mientras disfrutan de las impresionantes coreografías, bellos vestuarios y una narración poderosa y emotiva, tienen tan solo hasta el 6 de agosto.

Los tiempos han cambiado. Si no, que se lo digan a Froilán, que abandonó hace tiempo el ocio nocturno madrileño para trabajar en una petrolera en Abu Dabi. La nobleza tampoco es lo que era. Mientras antes le rendían pleitesía y gozaba de privilegios económicos, ahora solo sirve para presumir de un título en papel; e, incluso, tienen hasta que trabajar. Si desean profundizar en este divertido y apasionante mundo de la alta alcurnia no hace falta tener contactos, únicamente deben acudir al Teatro Fígaro.

En el mágico mundo del teatro musical llega a Madrid esta vibrante adaptación de uno de los clásicos de la factoría Disney. Si desean revivir una historia de amor rodeada de magia, vistosas coreografías, impactantes escenografías, bellos vestuarios, actuaciones sobresalientes y una melodía de encanto no deben viajar demasiado, únicamente deben desplazarse al Teatro Coliseum.

Los Payasos de la tele cantaban “El viajar es un placer. Que nos suele suceder”. En efecto, para muchos no hay nada más gratificante que viajar y conocer nuevos destinos. Salvo cuando surgen pequeños o grandes inconvenientes que pueden hacer de tu idílico viaje un gran desastre o una fuente inagotable de anécdotas. Si no, que se lo digan a los protagonistas de esta divertida obra representada en el Teatro Alfil.