Forever Van Gogh: la locura de un genio a brochazos convertido en espectáculo
Nadie muere definitivamente mientras su recuerdo permanezca en la memoria de alguien. Esta es la mejor y más sanadora postura que podemos tener ante una realidad irrefutable. La memoria puede ser complementada con documentos gráficos y para un artista plástico no hay mejor legado que su obra; por tanto, cuando admiramos el trabajo de un pintor, podemos decir que ese pintor sigue vivo. Este silogismo expuesto es la bella expresión de Vincent Van Gogh, obra teatral que lleva su nombre y ahora expuesta en el Teatro Marquina.