"En Mariana mi lenguaje físico dialoga con el flamenco primitivo. El título hace referencia a una figura que se repite en muchos cantes y que da nombre incluso a un palo flamenco. La imagen del animal hembra -la cabra, la mula, la yegua- como fuerza productiva articula toda la pieza, desde la selección de cantes y temas a mi trabajo corporal e incluso al diseño de vestuario, que se inspira en los arreos que se les ponen a los animales. Aparecen muchos temas en la obra, evidentemente el cuerpo de la mujer es uno de ellos y también la domesticación. La relación de amor y violencia, la dependencia que se crea entre el amo y el esclavo... Me interesa también algo que tiene que ver con la modernidad de lo arcaico o con cómo lo jondo está más ligado a cómo nos relacionamos con nuestro cuerpo, con nuestra voz, con la escena más que con la tradición. Para mí, la jondura tiene que ver con una relación muy visceral e instintiva, conectada con una necesidad del alma". Así se acerca la bailarina y coreógrafa malagueña Luz Arcas, al frente de La Phármaco, a su última obra, Mariana. La pieza, que se estrenó en la Bienal de Flamenco de Sevilla el pasado mes de octubre, podrá verse en los Teatros del Canal el 15 y el 16 de abril, en Dansa València el 19 de abril y en Málaga y Marbella en el mes de mayo.