Masescena

El Festival de Otoño se expande a siete municipios de la Comunidad de Madrid con cuatro espectáculos internacionales y tres nacionales

San Lorenzo de El Escorial acogerá Terebrante de Angélica Liddell, Paraguay de la argentina Compañía Absoluta y Geologie d’une Fable de los libaneses Collectif Kahraba

Una gran parte de los espectáculos del Festival de Otoño, organizado por la Comunidad de Madrid en 19 espacios escénicos de la capital y siete localidades de la región, pone su mirada en el cuerpo como signo central de la existencia, y uno de ellos, El hermoso misterio que nos une (coproducción del Festival) de Jesús Rubio Gamo, se presenta el 14 de noviembre en el Teatro Isaac Albéniz de Parla. El coreógrafo y bailarín madrileño reflexionó, durante la pandemia, sobre su trayectoria y fruto de ello es esta propuesta coreográfica, en la que Rubio despliega, con la música de Bach, una alabanza a la movilidad del cuerpo y del pensamiento, al flujo de ideas y preguntas, a las pequeñas revelaciones, a la capacidad que tenemos para recordar y proyectarnos. A ese mundo que comparece, por muy solos o aislados que estemos

 

Terebrante 1

 

El festival ahonda también en las amenazas y retos del mañana pospandémico —crisis climática, precariedad laboral, ascenso de los totalitarismos, etc.—, de lo que emerge una pregunta inevitable: ¿quiénes seremos allí donde nos dirigimos? A ello responden dos de los montajes seleccionados para los municipios de la comunidad: Paraguay de Lucía Marciel y Paula Grinszpan (Compañía Absoluta), y Fairflyde La Calòrica. El primero, de producción argentina, aborda el tema de la inmigración (de Paraguay a Estados Unidos) a modo de un musical protagonizado por dos mujeres y una funcionaria, y se ha programado el 28 de noviembre en el Real Coliseo Carlos III de San Lorenzo de El Escorial. El segundo, premio Max al mejor espectáculo revelación en 2018, se representará en el Teatro Municipal de Coslada el 27 de noviembre, y se apoya en la reflexión política y el humor para abordar el mundo laboral y la crisis económica.

Otra de las cuestiones que se desprenden de la programación del Festival de Otoño es la de la “importancia de la herencia y del vínculo. Nos preguntamos qué es lo que debemos salvar a cada instante del incendio al que llamamos tiempo”, afirma el director del Festival de Otoño. Así, del diálogo entre la contemporaneidad con la tradición se presenta esta selección para los municipios de la región Terebrante de Angélica Liddell eImprenteros de la actriz y directora argentina Lorena Vega.

La propuesta de Liddell la acoge el Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial en dos funciones, el 27 y 28 de noviembre. La directora y actriz española sondea, en Terebrante, el dolor a partir de la invocación a la figura del cantaor Manuel Agujetas y su dolor existencial, que explica el fundamento del flamenco y se expresa en este espectáculo a través de la seguiriya, el cante primitivo, trágico por excelencia del arte jondo. En Imprenteros, (Teatro Real Carlos III de Aranjuez, 14 de noviembre), Lorena Vega revisita desde el teatro documental una imprenta del extrarradio de Buenos Aires, donde tres hermanos se criaron y que les fue arrebatada.

Los dos espectáculos que el Festival de Otoño dedica al público familiar también podrán verse en los municipios madrileños. Ma biche et mon lapin (Mi cierva y mi conejo), de Collectif AÏE AÏE AÏE (Francia), se representará en el Centro Comarcal de Humanidades Sierra Norte de La Cabrera el 12 de noviembre en dos funciones. Dirigida a un público a partir de los nueve años, narra historias de amor a ritmo de vodevil. Y Geólogie d´une fable (Geología de una fábula), del Colectivo Kahraba (Líbano), en el Real Coliseo Carlos III de San Lorenzo de El Escorial, el 26 de noviembre, y en el Corral de Comedias de Alcalá de Henares el 27 y 28 de noviembre. Niños a partir de seis años podrán asistir a esta obra, cuyos intérpretes utilizan el material de arcilla para contar el origen de las fábulas. 

 

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